LAS HOJAS
INTRODUCCIÓN
Las hojas son sin duda las partes más visibles de las plantas y debido ala clorofila que contienen determinan el color verde que presentan de ordinario los bosques y los campos. Nacen siempre de los tallos. La parte del tallo a la cual esta unida una hoja se denomina nudo. Invariablemente se encuentra una yema en cada axila, si bien puede estar tan poco desarrollada que resulte invisible a simple vista o bien puede encontrarse recubierta por la base envainadora de la hoja.
Las hojas se caracterizan generalmente por su forma delicada y ensanchada. A pesar de que generalmente son muy delgadas, las hojas son capaces de conservar su forma gracias a un armazón interno, o esqueleto formado por venas más o menos rígidas. En cuanto al tamaño, las hojas varían desde estructuras muy reducidas, casi microscópicas, hasta formas de 3 a 6 metros.
Las hojas son los órganos en los que se realiza principalmente la síntesis de los alimentos hidrocarbonados y por consiguiente son de gran importancia para la vida de la planta.
La estructura de una hoja parece resultar de un compromiso entres tres presiones evolutivas opuestas: exponer una superficie fotosintética máxima a la luz, conservar agua, y al mismo tiempo, asegurar el intercambio de gases necesarios para la fotosíntesis.
Las hojas presentan una variedad de formas y tamaños que van desde frondes grandes a escamas diminutas. Estas diferencias en la morfología y el tamaño guardan una estrecha relación con los ambientes en los cuales vive la planta. Así puede haber hojas especializadas en otras funciones, tales como el almacenamiento de alimento o el sostén. Por ejemplo un bulbo, como la cebolla, consiste en una tallo corto con muchas hojas modificadas, denominadas catáfilas, que almacenan alimento. La “cabeza” de una col también consiste en un tallo comprimido que tiene numerosas hojas gruesas superpuestas. En algunas plantas, los pecíolos son gruesos y carnosos: el apio y el ruibarbo son dos ejemplos familiares. Los zarcillos de algunas plantas trepadoras, por ejemplo, del Frijol. Son dos hojas o folíolos modificados.
JUSTIFICACIÓN
Las hojas son órganos vegetales muy importantes para la planta, ya que son responsables del proceso de fotosíntesis. Las hojas ocupan una posición clave en la captación de gases y luz solar. Las hojas son estructuras muy importantes para las verduras, ya que son responsables de llevar a cabo la fotosíntesis, el proceso que asegura la supervivencia de la planta. Podemos hallar en la naturaleza hojas con colores, tamaños y formas muy diferentes, lo que refleja las adaptaciones del vegetal a los diferentes tipos de ambiente. Las hojas más comunes presentan el limbo, que es la parte principal de la hoja; y el peciolo, que conecta el limbo a la rama. Algunas hojas tienen limbo sin división alguna y por lo tanto se llaman hojas simples, mientras que otras hojas son compuestas, y su limbo está dividido en hojas más pequeñas llamadas folíolos.
MARCOS DE REFERENCIA
MARCO TEÓRICO
La hoja es el órgano vegetativo y generalmente aplanado de las plantas vasculares, especializado principalmente para realizar la fotosíntesis. La morfología y la anatomía de los tallos y de las hojas están estrechamente relacionadas y, en conjunto, ambos órganos constituyen el vástago de la planta. Las hojas típicas —también llamadas nomófilos— no son las únicas que se desarrollan durante el ciclo de vida de una planta. Desde la germinación se suceden distintos tipos de hojas —cotiledones, hojas primordiales, prófilos, brácteas y antófilos en las flores— con formas y funciones muy diferentes entre sí. Un nomófilo consta usualmente de una lámina aplanada, de un corto tallito —el pecíolo— que une la lámina al tallo y, en su base, de un par de apéndices similares a hojas —las estípulas—. La presencia o ausencia de estos elementos y la extrema diversidad de formas de cada uno de ellos ha generado un rico vocabulario para categorizar la multiplicidad de tipos de hojas que presentan las plantas vasculares, cuya descripción se denomina morfología foliar.
Las hojas pueden experimentar modificaciones pronunciadas en su estructura, que pueden ser consideradas en la mayoría de los casos, como adaptaciones al medio ambiente, o bien, la consecuencia de una especialización funcional diferente a la función típica de este órgano. Entre éstas se encuentran las hojas reservantes —los catáfilos—, las hojas especializadas como órganos de sostén y fijación —los zarcillos— y las hojas que desarrollan funciones de defensa —las espinas foliares—.
La senescencia foliar es una serie de eventos ordenados y cuidadosamente controlados que permiten a las plantas prepararse para un período de reposo y extraer sistemáticamente los valiosos recursos de las hojas antes que estas mueran. En las plantas anuales algunas de las hojas mueren precozmente si bien la mayor parte de las hojas mueren al mismo tiempo que el resto de los órganos. En los árboles, arbustos y plantas herbáceas perennes, en cambio, la defoliación es un fenómeno periódico, muy complejo, que se produce, en la mayoría de las especies por un mecanismo de abscisión. Las hojas de muchas especies muestran un color rojo bien diferenciado durante el otoño, durante éste período los flavonoles incoloros se convierten en antocianinas rojas cuando la clorofila de sus hojas se degrada
Morfología foliar
Un nomófilo consta usualmente de una lámina plana y expandida, de un corto tallito llamado pecíolo que une la lámina al tallo y, en su base, de un par de apéndices similares a hojas —llamados estípulas—. La presencia o ausencia de cada uno de estos elementos y la extrema diversidad de formas de cada uno de ellos ha generado un rico vocabulario para categorizar la multiplicidad de tipos de hojas que presentan las plantas vasculares y cuya descripción se denomina morfología foliar.
Lámina o limbo
La parte plana, delgada y expandida de la hoja, que contiene la mayor parte de los cloroplastos, se denomina lámina o limbo foliar. Presenta dos caras: la adaxial, superior, ventral, haz o epifilo dirigida hacia el ápice del vástago, y la cara abaxial, inferior, dorsal, envés o hipofilo dirigida hacia la base del tallo. Cuando ambas caras son del mismo color, la hoja se llama concolora; cuando son de distinto color, generalmente la adaxial es de color verde más oscuro, la hoja se llama discolora.
Pecíolo
Muchas hojas tienen un tallito proximal, llamado pecíolo en el caso de los nomófilos de las espermatófitas o estípite en el caso de los frondes de los helechos. Ese tallito usualmente es estrecho, puede ser cilíndrico o deprimido en la cara superior, o aplanado y ancho. En muchas ocasiones las hojas no tienen pecíolo y el limbo se une directamente al tallo. En esos casos la hoja se llama sésil o sentada. Cuando hay dos hojas sésiles insertas en cada nudo, a veces se unen entre sí rodeando completamente al tallo como es el caso del clavel (Dianthus).
Muchas especies presentan engrosamientos con aspecto de articulaciones, denominados pulvinos, los que están situados en la base o en el ápice del pecíolo, o pulvínulos si se encuentran en la base de los peciólulos de las hojas compuestas. Ambos tipos de engrosamientos son hinchados, presentan una superficie arrugada y, funcionalmente, se hallan relacionados con los movimientos reversibles de las hojas que ocurren como respuesta a estímulos: las nastias. Los pulvínulos de ciertas especies de del género Mimosa mueven las hojas en respuesta a los estímulos táctiles.
Hay estructuras similares a pecíolos pero que, en realidad, no lo son. Por ejemplo, una hoja o parte de la hoja, normalmente en la base, que encierra parcial o totalmente al tallo por encima del nudo es una vaina foliar, como ocurre en las familias de las gramíneas y en muchas apiáceas. Un pseudopecíolo, por otro lado, es una estructura similar a un pecíolo que surge entre una vaina de la hoja y la lámina, como se encuentra en varias monocotiledóneas, tales como los bananos y los bambúes.
Estipulas
Estipulas en la hoja de Rosa ( El tallo ha sido quitado)
Muchas hojas tienen estípulas, un par de apéndices similares a hojas que se ubican a ambos lados de la base de la hoja. Las estípulas pueden adquirir diversas formas, desde órganos foliáceos, espinas, glándulas, pelos o hasta escamas. Si las estípulas están presentes, las hojas se dicen estipuladas. Una estructura especializada, escariosa, que se halla por encima de los nudos en algunos miembros de la familia de las poligonáceas, se interpreta como una versión modificada de una estípula y se denomina ócrea. Las estructuras que remedan estípulas en las bases de los folíolos reciben el nombre de estipelas (por ejemplo en Thalictrum o en algunas leguminosas). Las estípulas y estipelas pueden, en algunos casos, funcionar como protección del desarrollo de los primordios foliares. Las estípulas pueden ser libres o laterales, cuando no se adhieren al pecíolo y quedan unidas sólo al tallo; adnatas, peciolares o vaginales si se sueldan al pecíolo en un trecho más o menos largo; interpeciolares o caulinares cuando las estípulas de hojas opuestas se sueldan en su punto de contacto; intrapeciolares o axilares cuando las estípulas de la misma hoja se sueldan por encima del pecíolo; opuestas cuando las estípulas de la misma hoja se sueldan dando la vuelta por el lado opuesto al pecíolo; ambiguas cuando se sueldan al tallo y al pecíolo.
Tipos de hojas de acuerdo con su morfología
La gran diversidad de tipos de hojas que presentan las espermatófitas puede clasificarse atendiendo a la forma del limbo, a las características de la nervadura principal (1) o de las nervaduras secundarias (2), al aspecto del borde (3), de la base (4) y del ápice (5) del limbo.
En atención a la forma del limbo, se aplican las siguientes denominaciones a las hojas: redondas, ovaladas, elípticas, alargadas, lanceoladas, espatuladas, cuneiformes, lineales. Como formas especiales, se pueden citar las hojas peltadas, acorazonadas, arriñonadas y aflechadas.
Hoja seca observada por microscopio
El borde del limbo rara vez es completamente liso, como ocurre en las denominadas hojas enteras, siendo con más frecuencia aserrado, dentado, festoneado o lobulado. Si las incisiones del borde penetran en el limbo más profundamente que en los casos citados se tienen las hojas lobuladas, hendidas, partidas y cortadas, según que la incisión no llegue a hasta un punto equidistante del borde y de la nervadura media, que profundice hasta ese punto, que penetre todavía más profundamente o que alcance a la nervadura media o a la base de la hoja, respectivamente. Además de las hojas sencillas que poseen su limbo indiviso –hojas simples– también son frecuentes las hojas que presentan su limbo totalmente dividido de modo tal que cada parte o folíolo reproduce la forma de una hoja sencilla, denominadas hojas compuestas. Las hojas compuestas pueden ser trifoliadas, cuando está formada por tres folíolos y palmadas o pinnadas cuando son más de tres. A su vez, estas últimas pueden ser «imparipinnada», cuando presenta un folíolo terminal, o «paripinnada», cuando no lo presenta. Si los folíolos que integran la hoja pinnada son a su vez compuestos, la hoja se dice bipinnada.
Las hojas se hallan recorridas por un sistema de líneas salientes, distribuidas en general de un modo característico para cada especie, denominadas nervios o nervaduras. Los nervios actúan mecánicamente en el sentido de dar consistencia al limbo, casi siempre blando, sirviendo además para la conducción de materiales nutritivos, especialmente de agua. Los nervios más robustos sobresalen a modo de costillas, particularmente en el envés, estando unidos entre sí por una especie de red constituida por las nervaduras más finas. La nerviación puede adoptar tres disposiciones según las cuales pueden clasificarse a las hojas. Así, en las hojas paralelinervadas, los nervios son más o menos paralelos entre sí y con el borde de la hoja. Este tipo de hoja es la típica de la mayoría de las especies de monocotiledóneas, si bien también se halla en algunas dicotiledóneas. En las hojas retinervadas o peninervias, el nervio principal sigue la línea media de la hoja y de él parten nervios menos gruesos hacia ambos márgenes del limbo, los que -a su vez- pueden también ramificarse. Las hojas palminervias, finalmente, son aquellas en las que varias nervaduras se separan de un punto común situado en la base del limbo e irradian hacia distintos puntos de los márgenes foliares. Estos dos últimos tipos de hojas son las típicas de las plantas dicotiledóneas.
Vernación o prefoliación
La disposición del limbo de las hojas jóvenes que se hallan dentro de las yemas presenta una disposición característica de cada especie, llamada prefoliación o vernación. Se distinguen varios tipos:
- plana, limbo extendido;
- conduplicada, limbo plegado en dos a lo largo de la vena media, como por ejemplo, en Calibrachoa thymifolia.;
- replegada, limbo plegado como un abanico, como en Vitis.;
- convoluta, limbo enrollado paralelamente a la vena media, como en Lactuca;
- involuta, limbo con sus márgenes arrollados hacia el haz, como en el caso del peral;
- revoluta, limbo con los márgenes arrollados hacia el envés, como en los sauces;
- circinada, las hojas se enrollan sobre sí mismas desde el ápice hacia la base. Lo mismo ocurre en las pinas, que lo hacen desde el extremo hacia su inserción sobre el raquis. Esta prefoliación es característica de las pteridófitas, y se presenta raramente en espermatófitas, por ejemplo en Utricularia foliosa.
MARCO CONCEPTUAL
Abrazadora: referido a las hojas, cuando éstas rodean por su base al tallo; sinónimo de amplexicaule.
acodada: doblada en ángulo.
acrescente: que sigue creciendo durante la fructificación.
acúleo: protuberancia rígida y punzante, de origen epidérmico; sinónimo de aguijón.
acuminada: hoja que se estrecha paulatinamente en un ápice alargado.
adpreso: situado muy próximo, en paralelo, sin llegar a unirse.
aguijón: protuberancias rígidas y punzantes en la epidermis de un órgano (tallo, hoja, etc.).
alado: con alguna estructura laminar a modo de ala, como algunos frutos o tallos.
alterna: referido a las hojas, cuando éstas se insertan en el tallo a distintos niveles, una en cada nudo.
amplexicaule: referido a las hojas, cuando éstas abrazan por su base al tallo.
androceo: conjunto de órganos masculinos de una flor: estambres.
angustisepta: se dice de la silícula (fruto de las crucíferas), cuando el tabique que separa las dos valvas es perpendicular a su parte más ancha, como en Capsella bursa-pastoris.
antera: parte apical del estambre, donde se encuentra el polen, dentro de los sacos polínicos.
antrorso: dirigido hacia la parte apical del órgano al que se refiere.
anual: plantas completan su ciclo en un año; sólo tienen tallos fértiles, portadores de flores o esporangios; ver terófito.
apical: situado hacia la parte más alejada de donde se origina un órgano.
ápice: extremo de un órgano situado en el punto opuesto de donde se origina.
apiculado: hoja que se estrecha bruscamente en el ápice.
aquenio: fruto seco, monospermo e indehiscente, como los de la familia Compositae, también denominado cipsela.
araenosa: cubierta de pelos largos y entrecruzados, de modo que recuerdan a la tela de una araña.
arista: estructura linear, rígida que se inserta en diversas posiciones en las glumas y glumelas de las gramíneas.
articulado: dividido en segmentos.
arvense: planta que vive en los campos de cultivo.
aserrada: con dientes en el margen al modo de una sierra.
asurcado: con surcos a lo largo de las ramas o el tallo.
aurícula: expansión lateral en la base de las hojas; son características las de las gramíneas y que junto a la lígula resultan útiles para su identificación en estado vegetativo.
axilar: situado junto al punto de inserción de una hoja, bráctea o rama en el tallo.
basal: en la parte de debajo de un órgano.
baya: fruto carnoso, indehiscente y polispermo; presenta el epicarpio delgado, y el mesocarpio y endocarpio carnosos.
bienal: planta que necesita dos años para completar su ciclo; en el primero desarrollan un tallo con hojas y la raíz, y en el segundo el tallo con flores que producirán las semillas.
bilabiada: corola o cáliz que presenta dispuestos los pétalos y sépalos en dos grupos, como los labios.
bráctea: estructura laminar situada en la base de la inflorescencia; normalmente menores y más sencillas que las normales.
bracteola: órgano laminar, más sencillo que una hoja, que se sitúa en la base de una flor.
bulbo: tallo subterráneo de reserva, carnoso; normalmente está formado por la base engrosada de hojas o escamas. En su parte interna se encuentra la yema apical y en su base desarrolla raíces adventicias.
cáliz: verticilo floral formado por los sépalos.
caméfito: planta con las yemas de recambio situadas hasta una altura 0,25 m; suelen ser pequeñas matas o herbáceas perennes.
canaliculado: que forma una canaladura, como en la base de algunas hojas.
capítulo: inflorescencia con el eje ensanchado en su extremo (receptáculo), donde se insertan las flores, rodeadas por brácteas (involucro). El conjunto es funcionalmente como una flor. Esta inflorescencia es característica de la familia Compositae. En el capítulo puede haber sólo flores flosculosas, sólo liguladas, o una combinación de flósculos en el centro del capítulo (disco) y lígulas en el exterior (radios).
cápsula: fruto seco, polispermo y dehiscente derivado de la fusión de 2 o más carpelos; la dehiscencia puede ser por poros (poricida en Papaver), a lo largo de suturas (loculicida), etc..
carinado: que al plegarse sobre sí mismo da lugar a un canto o cresta marcada.
cariópside: fruto seco, monospermo e indehiscente en el que la cubierta seminal se suelda a la pared del gineceo. Es característico de la familia Gramineae.
carnoso: fruto que presenta alguna parte del pericarpio carnosa.
carpelo: hojas transformadas que componen el gineceo de las flores; cuando son varios pueden formar un sólo pistilo, con una o varias cavidades, o varios pistilos independientes.
RESULTADOS
Corte trasversal
eucalipto
En este corte transversal de hoja de eucalipto se puede
observar que a lo largo de su corte en los extremos del corte son delgados pero
en el centro una forma curva en la cual se ve la mitad de una circulo en el
cual encontramos diferentes estructuras dentro de la cual está la epidermis la
cual está formada generalmente por una sola capa de células y allí se
divide o se distinguen tres zonas epidermis superior o adaxial, epidermis
inferior o abaxial y mesofilo que tiene tejido paraquenquimatico, tejidos vasculares
y de sostén que forman las nervaduras, también hay floema, xilema,
esclerénquima.
Corte transversal de caucho.
podemos observar una epidermis superior en las cuales se
encuentran unas células especiales llamadas litocistos los cuales contiene
cistolito, presentan un parénquima en empalizada el cual realiza fotosíntesis
proporcionando alimento a la planta, se ven los haces vasculares, algunas
células que están dispuestas en forma de círculos, esta tinción nos permite
tener una mejor apreciación de las estructuras.
Corte trasversal clavel
Se observó la epidermis a la vez se apreció la
colénquima característica, fundamental del formado por células alargadas con
paredes reforzadas de celulosa. A la vez se logró apreciar el haz vascular que
están dispuestas en forma de círculos.
Corte trasversal hoja de habano.
En este corte transversal de habano se observó en un
objetivo de 10x y 40x a unas estructuras y tejidos
dentro de las cuales encontramos una capa de epidermis a la ves presenta
tricomas son excrecencia de origen epidérmico, de formas muy variables y
glandulares o no, presentes en vegetales, además presenta los conductos del
xilema y del floema, presentando además el parénquima empalizado.
Corte transversal hoja de olivo.
Al realizar le el corte transversal a la hoja de olivo
la cual fue observada respectivamente con el aumento 10x y a la cual se le
adiciono la tinción de tionina y verde de metilo se lograron identificar
diversas estructuras tales como la epidermis y a la vez el parénquima A
la vez se logró apreciar el haz vascular que están dispuestas en forma de
círculos.
Corte trasversal hoja de casuarina.
En este corte transversal de casuarina se observó en
un objetivo de 10x a unas estructuras y tejidos dentro de las cuales
encontramos una capa de epidermis o tejido epidérmico la cual está cubierta de
una cutícula, a la vez encontramos estomas que permiten que
permiten comunicar el ambiente gaseoso del interior de la planta con el del
exterior. Estas células junto con las células acompañantes de la epidermis
alrededor de ellas, si las hay, forman el órgano llamado aparato
estomático, que normalmente se abre a una cavidad debajo de la epidermis
llamada cámara sub-estomática cuya función es alojar los gases,
encontramos también una médula, un colénquima y un parénquima, esta tinción nos
permite apreciar mejor las estructuras y también se vio estructuras más
precisas, estas estructuras se pueden apreciar a lo largo del corte presentando
diferentes tamaños y formas.
Corte trasversal olivo.
Corte de hoja de olivo:
1. Epidermis abaxial
2. Vena central
3. Xilema
4. Floema
5. Epidermis adaxial
6. Parénquima en
empalizada
7. Parénquima lagunar
Corte trasversal pino
Corte hoja de pino:
1. Xilema.
2. Floema
3. Endodermis
4. Canal resinífero.
5. Epidermis
6. Estomas.
DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Las hojas se pueden dividir anatómicamente
en dos partes: limbo y peciolo. El limbo es la parte de la hoja
encargada de realizar la fotosíntesis y regular la transpiración. Aquí se
encuentran la mayoría de los estomas y del parénquima clorofílico de la planta.
El limbo posee dos superficies, una superior, denominada haz o
superficie adaxial. y otra inferior, denominada envés o superficie
abaxial. La superficie que normalmente queda expuesta al Sol es el haz,
mientras que el envés es la superficie que queda oculta. Inicialmente, el
primordio foliar no está determinado el eje abaxial-adaxial, pero en cuanto
emerge del tallo se produce la polaridad. Esto se pone de manifiesto en la
organización de sus haces vasculares: xilema hacia la cara adaxial, floema a la
abaxial. Se denomina contorno al borde del limbo y puede ser muy variado en su
forma. El peciolo es una estructura más o menos larga y cilíndrica
que une el limbo al tallo a nivel de los nudos. En el ángulo agudo que se forma
en el punto de unión entre el tallo y el peciolo se localizan las yemas
axilares de las que partirán nuevas ramas. Hay hojas denominadas sésiles, que
carecen de peciolo, donde el limbo se une directamente al tallo.
El tamaño de las hojas es
variable y en general una hoja pequeña se asocia a lugares con una mayor
altitud, poca lluvia, pocos nutrientes en el suelo, y a lugares calientes y
secos. La exposición a la luz solar es otro factor importante que afecta al
tamaño y grosor de las hojas, incluso en una misma planta. Las hojas con más
exposición solar son más pequeñas y más gruesas, sobre todo por el desarrollo
del parénquima, pero también tienen un sistema vascular y una epidermis más
desarrollados que las hojas denominadas de sombra.
Ya en nuestra práctica de laboratorio se
puede observar cada una de las partes antes mencionadas, las placas montadas
fueron: lirio, avena, habano, pino, casuarina, caucho, olivo, eucalipto clavel
y freijoa cabe resaltar que a cada placa
se le realizó una coloración distinta para determinar las partes, con tionina y
verde de metilo. Se hacen estas coloraciones por lo fuertes que pueden ser y
por la ayuda que pueden brindar para colorear la muestra de la placa en donde
se necesita para determinar con mayor facilidad, su xilema y floema, la
colenquima y todas las partes referentes en las hojas
CONCLUSIONES
· Hay varios tipos
de tricomas y una misma planta puede presentar varios de ellos. Asimismo, los
tipos de tricomas varían entre las distintas especies, por lo que son útiles en
taxonomía, para caracterizar e identificar especies y géneros.
· Los tejidos vegetales presentes en
las plantas superiores, realizan funciones específicas que desempeñan de
acuerdo a su localización. Lo que permite identificar los tejidos
meristemáticos a través de la estimulación del crecimiento y desarrollo de
nuevas estructuras vegetales, el transporte de agua y nutrientes que realizan
los tejidos de conducción, y la función protectora ante agentes internos y
externos que lesionan el cuerpo vegetal. Distinguieron las principales
características que diferencian el tejido de una planta monocotiledónea y plantas
dicotiledóneas.
BIBLIOGRAFÍA
- Santamarina Siurana, Mª Pilar, García Breijo, Francisco José, Roselló Caselles, Josefa y Vilella Fayos, Vicente (2004). “Biología y Botánica” (Tomo I). Servicio de Publicaciones de la Universidad Politécnica de Valencia. SPUPV-2004.222; Colección: Libro Docente. Valencia; ISBN: 84-9705-653-1
- García Breijo, F.J., Roselló Caselles, J. y Santamarina Siurana, M. Pilar, (2006). “Iniciación al Funcionamiento de las Plantas.” Universidad Politécnica de Valencia, D.L. 2006. – 183 p. Ref.: 2006.4198; ISBN 84-9705-944-1
- Raven, P.H., Evert, R.Y. y Eichhorn, S.E. (1991). “Biología de las Plantas“. Vol. I.Editorial Reverté, S.A. Barcelona. ISBN: 84-291-1841-1
- Curtis, H. y Barnes, N.S. (1997). “Invitación a la Biología“. 5ª ed. Editorial Médica Panamericana, S.A. Madrid. ISBN: 84-7903-199-9
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